Las
personas en distintos momentos de nuestra vida tenemos igualmente
distintos planteamientos con respecto al dinero y su utilización.
Normalmente al inicio de nuestra actividad laboral, nuestros
planteamientos son muy a corto plazo. Vivimos con nuestros padres, no
tenemos gastos fijos y gastamos nuestro sueldo en “cosas”.
Cuando nos independizamos, solos o con pareja, seguimos comprando
“cosas”, además nos hipotecamos adquiriendo una vivienda, financiamos un
coche mediante cuotas; y además en algunos casos la familia aumenta,
con el consiguiente gasto en el mantenimiento de las necesidades básicas
de la familia.
Llegados los 40-50 años, ya gozamos de cierta (falsa) estabilidad,
aunque seguimos comprando “cosas” para nosotros, “cosas” para nuestros
hijos, y seguimos pagando nuestra casa, y aunque vamos justos y el
dinero que entra es el dinero que sale, empezamos a pensar en el futuro,
la jubilación, los estudios de los hijos, etc., etc..
Cuando entramos en los 60-65 años, hemos creado una familia, hemos
construido un patrimonio (normalmente la vivienda donde residimos) y es
momento de descansar y en pocos años vivir de una pensión que
seguramente hará que nuestro nivel de vida baje con respecto a nuestros
años de actividad laboral.
¿Y por qué tengo yo que vivir peor a partir de recibir mí pensión? Pues
la respuesta es porque durante toda tu vida has comprado muchas “cosas”.
Esas “cosas”, la mayoría inútiles, caprichos, adornos que ahora cogen
polvo en estanterías, etc., etc.
Por eso el negocio más provechoso tenemos en nuestra vida es el AHORRO.
Siempre tenemos escusas para no ahorrar: -“Es que gano muy poco dinero”… “Ahora quiero vivir, ya ahorraré de mayor”… “Tengo tantos gastos que no me queda nada”… excusas…excusas. Cada excusa tiene una respuesta. ¿Ganas poco?, pues ahorra poco, pero ahorra. De mayor dices que ahorraras. No podrás porque no tendrás tiempo para planificar tus ahorros en base a tus proyectos, porque éstos proyectos u objetivos los vas teniendo y cumpliendo a lo largo de toda la vida. Dices que tienes muchos gastos. Pues elimina gastos variables, gastos superfluos y dedica ese dinero al ahorro.
El mayor aliado del AHORRO es EL TIEMPO y la CONSTANCIA. Y con ello conseguirás tus objetivos, a corto, a medio y a largo plazo.
Cuanto antes comencemos a ahorrar, nuestro dinero será mayor y llegará un momento que el dinero ahorrado trabaje para nosotros (INVERSIÓN). Compromete un pequeño porcentaje de tus ingresos (un 5% o 10%). Tienes que hacerlo el mismo día que recibes tu ingreso; así es como si no contaras con él. (Si puedes subir el porcentaje de ahorro genial). Lo ideal es ahorrar un 20% de los ingresos ordinarios. Y el 40% de los ingresos extraordinarios (pagas extras, cumpleaños, etc.)
Ejemplo: Si ahorras 100 euros al mes durante 20 años tendrás un capital de 24.000 euros (€ actuales). Pero además habrás conseguido unos rendimientos que pueden estar entre 6.000 euros, si has optado el mercado monetario, 12.000 euros si has optado por el mercado de deuda pública y 125.000 euros, si has optado por productos del mercado variable. Por lo que tu capital futuro en euros de hoy será de (30.000 a 149.000 euros). Este importe es un dato a mano alzada ya que no ha tenido en cuenta el IPC ni la reinversión de flujos.
Pero como podeis ver en el cuadro a continuación los datos hablan por si mismos.
Te aconsejo que antes de invertir en cualquier producto de ahorro o inversión busques los servicios de un Asesor financiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario